Para Costas Cotsiolis, guitarrista virtuoso griego, “no hay guitarra griega, no hay guitarra mexicana, no hay guitarra japonesa…no hay nada nacional; hay diversidad de estilos, guitarristas de diferentes países, pero yo creo que hay una escuela internacional compuesta por diferentes influencias por las experiencias de los profesores”, dijo en entrevista previa al concierto que ofreció aquel viernes 20 de abril en el Teatro de la República dentro del XI Encuentro Nacional y IV Internacional de Guitarra Querétaro 2007.
Revela que su predilección por la guitarra y su formación musical no comenzó de manera directa a pesar de que fue a muy temprana edad: “realicé paralelamente estudios de economía política; el estudio de la música no lo inicié para trabajar como músico, sino para entender la música y la cultura en general”.
Dentro de su formación musical, la cual comenzó desde los seis años, Cotsiolis ha desarrollado un trabajo intenso en la exploración de la guitarra, pero asegura que el trabajo constante lo llevó a logros muy tempranos: “toqué con la Orquesta Sinfónica de Grecia a los quince años de edad el Concierto de Aranjuez de Rodrigo”.
Resalta la importancia de los festivales y encuentros de guitarra, “ya que son la base para comenzar efectivamente una proyección internacional; allí inicia un importante trabajo de compartir y escuchar a otros artistas, directores, orquestas y estilos musicales”. El primer encuentro donde participó fue en Hungría en 1977, “donde se encontraron cerca de quinientos guitarristas del mundo occidental y oriental. Gracias a ello conseguí más invitaciones de muchos países para actuar en otros festivales, y fue así como pude rebasar las fronteras de mi país”.
A propósito de la nacionalidad de un estilo en la ejecución de la guitarra, insiste en que no hay una escuela nacional por excelencia que tenga distinciones relevantes: “un buen guitarrista griego toca lo mismo que un buen guitarrista español o mexicano. Hay música nacional, pero escuela de guitarra por excelencia no. Por ejemplo, hay alemanes que tocan muy bien obras de Manuel M. Ponce”.
Costas Cotsiolis considera que vivimos en tiempos de una “globalización musical” a favor del arte guitarrístico, donde “con un clic tenemos acceso a infinidad de música de otras países que antes era imposible de imaginar”, siempre con una finalidad de compartir y conocer música nacional para guitarra de otros países.
Desde 1978 dirige el festival internacional de guitarra de su país, que está a punto de cumplir su trigésima edición. Este es un movimiento interesante para el arte guitarrístico griego ya que “es como una cocina donde se han cocinado los guitarristas griegos con información musical desde América Latina hasta Australia”. Así, la personalidad del guitarrista se formará primero por la información musical con la que cuenta y después con el carácter de cada artista.
Y resume lo que en su opinión son los elementos necesarios para estructurar a un artista: “antes que músico, debemos poner atención en la persona. La persona y el carácter, aunado a la información musical, formará la personalidad del artista”.
Respecto a la influencia de uno de los compositores griegos más importantes del siglo veinte en la música para guitarra se le pregunta:
-¿Qué significa para usted el nombre de Mikis Theodorakis?
-Primero amigo. Más que músico su personalidad influyó en la política griega a partir de su visión crítica. Después maestro, imprescindible para la música contemporánea del siglo veinte.
A propósito de la crítica y de su experiencia en la docencia, se le cuestiona respecto a la situación de la educación musical en la actualidad. “Estamos viviendo una globalización en todos los sentidos. Si alguien quiere seguir vivo en este mundo, lo primordial es proteger la personalidad y el carácter, ya que así tendrá la oportunidad de elegir la información”. Agrega con propiedad un aforismo platónico “los hijos que crecen en una familia no crecen para la vida social, sino con egoísmo y competencia. Por el contrario, la vida social no necesita gente con esos sentimientos”. Por tanto, la educación es el primer paso para un desarrollo personal efectivo lejano a sentimientos de egoísmo y competencia.
-¿Qué se siente ser uno de los mejores guitarristas del mundo?
- Nada, absolutamente nada. A mi no me importa si dicen que soy uno de los mejores o el mejor. Lo importante es mejorar cada momento el trabajo que tú haces, eso ayuda para llegar a un nivel que la gente lo acepte como alto nivel…y después vivir de eso, como todas las personas que realizan un trabajo.
-¿Quiénes son los compositores que más le gusta interpretar?
-Para los guitarristas el siglo veinte es el siglo de la guitarra. Me interesa por lo tanto la música contemporánea, no a un nivel tecnicista, sino más a un nivel de musicalidad. Está Ponce, Ginastera, Theodorakis, Brouwer.
-¿Qué tipo de guitarrista se considera usted?
- Un guitarrista clásico, que involucra un trabajo importante en el sonido, la técnica, opinión e información musical, o sea, un guitarrista completo a partir del trabajo que hago, pero corriendo siempre atrás de la perfección.
-¿Cómo define usted mismo a Costas Cotsiolis?
- Una persona que hace lo que le gusta desde hace muchos años, que vive feliz con eso, que no toma obligaciones más allá de lo que puede hacer…eso me hace dormir tranquilamente desde hace mucho tiempo.
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