“Querétaro, como punto clave para el arte y la cultura en el país, ofrece por tercera ocasión un festival de esta naturaleza, el cual está cada vez más fortalecido”, señaló el bailarín y coreógrafo José Juan López Palacios, refiriéndose al Tercer Festival Internacional de Danza Querétaro 2007, que bajo su organización y el auspicio del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes (IQCA), se llevó a cabo en las instalaciones del Cineteatro Rosalio Solano, de nuestra ciudad capital, del 13 al 18 de agosto.
El también director artístico y cofundador de la compañía de danza Terramorfos, puso en relieve la trascendencia de la tercera edición del Festival, donde no solamente se ofrecen funciones para todo público, sino talleres impartidos por profesionales de talla internacional: “los profesores locales tienen la oportunidad de colocarse a la vanguardia, si no puedes ir a Nueva York a tomar un curso, los traemos para que experimenten otras formas y expresiones del arte dancístico”.
Al lado de la bailarina María Luisa Fernández, cofundadora de Terramorfos, López Palacios se encargaron de la organización y de la sede para los talleres. Respecto a la importancia que esto implica señaló: “a nuestra ciudad llegan espectáculos como el que ofrece el Ballet Rojo de Moscú, pero los bailarines no tenemos para pagar estos eventos. El Festival se ofrece sin costo, nos interesa que la gente del arte y la cultura, sin importar su disciplina, tenga acceso a espectáculos que ofertan artistas de talla internacional”.
A decir de nuestro entrevistado, el Festival Internacional de Danza, a lo largo de sus tres ediciones, ha logrado conformar un prestigio importante en el país para la comunidad artística del nuestro estado, “viene gente de Monterrey, de Aguascalientes, de Veracruz, de Morelia, el que se acerquen otros estados para asistir al Festival es importante, causa una grata sensación”.
Aclara que el Festival, por su vinculación con la Red Nacional de Festivales “no está perdido, al estar en la agenda del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, del Instituto Nacional de las Bellas Artes, obtiene más impacto nacional”. Esto representa “un estímulo para los artistas, quienes al advertir movimiento dancístico importante en nuestro estado, se vinculan para participar con nosotros”, señaló.
Al ser cuestionado sobre los objetivos del Festival, el bailarín y coreógrafo citó: “sirve como enlace para los artistas queretanos e invitados, ofrece una plaza donde presentar su trabajo donde el artista queretano tiene contacto con otra forma de ver y ejecutar la danza. Al tener contacto con ejecutantes foráneos, se enriquece nuestro trabajo. A su vez los maestros que nos visitan dan cuenta de la calidad y del nivel dancístico queretano”.
No obstante, José Juan López admitió: “también se evidencian las carencias y los pocos espacios con que contamos, de las limitantes que encuentras para las alternativas coreográficas que se ofertan, así como las dificultades que enfrentamos para realizar el Festival”. Pero el trabajo, las presentaciones, los talleres, el montaje, el vestuario, la musicalización, la iluminación, los ensayos previos...todo constituye un esfuerzo que se traduce en un buen trabajo, destacó el artista.
A pesar del desarrollo urbano que coloca a Querétaro como uno de los estados más importantes por su exacerbado crecimiento, nuestro entrevistado reconoce que es muy difícil desarrollar eventos artísticos de las dimensiones del Festival Internacional de Danza “principalmente por que la iniciativa privada no cree en la cultura, y eso provoca que tengamos que estar dependiendo siempre de IQCA y de instituciones gubernamentales, con el mínimo de recursos”.
Sin embargo, reconoció que sin el auspicio del IQCA y demás instituciones culturales del estado “no hubiéramos podido llevar a cabo el Festival, por lo cual estamos muy agradecidos”. Además subrayó la importancia de tener un compromiso compartido: “a nosotros nos toca ofrecer un espectáculo artístico de calidad, si algo sale mal es nuestra responsabilidad, todo el peso cae sobre nosotros”.
Pocas veces el Cineteatro ha presentado tal afluencia de público, como la que manifestó el primer día del Festival, lo que en principio significó un logro, a decir de José Juan López. Sin embargo, “no hay personal técnico suficiente para los teatros; con el que se cuenta carece de una visión del oficio escénico; falta definir la responsabilidad que compartimos artistas y técnicos, pero son dificultades que se tiene que sortear”.
El Tercer Festival Internacional de Danza significa para nuestro entrevistado dos experiencias, con todo y sus complicaciones. La primera es que “nos hemos dado a conocer a nivel nacional e internacional tanto con la compañía, como en conjunto con el Festival, pero lo más importante es que en esta edición, los grupos de danza actuales han olvidado su complejos. Las nuevas generaciones tienen otra idea de ver la danza, ya no desde su perspectiva sino compartiendo enfoques”.
La segunda es “que la gente asiste a ver nuestro trabajo. Ver los teatros llenos siempre es una satisfacción, que lleva al artista a decir: bailo gratis, pero que venga la gente”, concluyó.
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