Record, Record, Record... pasaban minutos traducidos en horas antes de perder la concentración en su lectura. /Ya llegamos, bájate/Ahí fue donde operaron a mi tío Juan/¿Bueno? ¿Qué pasó?/ Ya despiertate, Miguel, ya vamos a llegar/ Ya llegamos, bájate/ Y vámonos con esta bonita canción para mis amigas del Salitre.
Solamente le quedaban doscientos pesos libres para terminar la semana. Considerando que era miércoles, apenas le iba alcanzar para acabalar la quincena. Capiro hizo un gesto de enfado cuando definitivamente tuvo que constestar su celular: "¿Qué pasó?... aquí en el Seguro... no, ya no me alcanzó... sale... pero no te vayas a ir... pérame... sí, yo también te quiero ver".
Ese mismo día, pero a las once de la noche, Capiro olvidó el Record en un cuarto del motel Vegas. Su esposa tuvo que llamarle a un vecino para que le ayudara a matar una rata que se le había metido a su casa; Esteban, el hijo más pequeño de Capiro, se había convencido de que quería ser luchador; Jorge, el mediano, cumpliría quince años dentro de ocho días; Mario, el mayor, había conseguido trabajo de chofer de taxibus; el Nery se fue a Ucrania por no menos de 2.5 millones de dólares anuales; Don Julio, el padre de Capiro, hubiese preferido no haber llorado como todas las noches para no prolongar más su muerte, pero no lo pudo evitar. Cuando hubo terminado, Capiro estaba hecho un demonio. Se le había pasado el último camión ruta 69. escuchó un susurro, más parecido a un gemido, detrás de él. No se asustó. Se fue a su casa caminando.
4 comentarios:
Charly, me gusta tu pagina, felicidades! Saludos!! Y a comenzar a ahorrar para nuestros 30's :S
Publicar un comentario