martes, 26 de junio de 2007

Último día de Ballet Nacional: testimonio gráfico de Demian Chávez


Un testimonio visual e histórico concebido como fotorreportaje, que captura los momentos más íntimos del último día del Ballet Nacional de México, obra del fotógrafo queretano Demian Chávez, se hizo acreedor del estímulo a la producción artística, Apoyarte, que otorga el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes (IQCA) y que, según detalla el autor, “no podríamos decir que se trata de un ensayo fotográfico, este proyecto se distingue porque narra a través de fotografías justo la fecha en torno a la última función de la compañía, en ese entonces dirigida por Guillermina Bravo”.

La intuición de realizar este trabajo, según Chávez “es a partir del instinto que te dice que allí había una historia que tiene que contarse... y no me equivoqué”. La concreción de este relato de imágenes contó con la cooperación del Centro Nacional de Danza Contemporánea (Cenadac), quienes invitaron al fotógrafo para que hiciera una crónica fotográfica desde el montaje y los ensayos, hasta la presentación de la última función del Ballet: “se trató de un trabajo donde me integré a las actividades de la compañía como un elemento más, tal como debe de ser el trabajo de un reportero”.

Más que una disyuntiva, las dos dimensiones que distinguen el trabajo fotográfico de Demian Chávez, el fotoperiodismo y la fotografía artística, implican una complejidad creativa conjugada en esas dos facetas y que delatan la composición de sus imágenes. “Me he especializado en el trabajo de fotoperiodismo, sin embargo, mi formación es de fotografía artística”. Datos duros y emoción, disciplina y técnica, hechos reales y abstracciones del momento mágico, la ecuación arte-periodismo “le confiere a mi trabajo el instinto del reportero y la sensibilidad del artista”.

Lejos de los determinismos que implica trazar una distinción entre los fotógrafos análogos y digitales de Querétaro, Demian Chávez reconoce: “definitivamente los fotógrafos digitales pertenecemos a una generación nueva de fotorreporteros, pero además es una generación heterogénea donde se conjugan técnica, periodismo y arte”. Nuestro entrevistado detalla el panorama del fotoperiodismo local y hace una clasificación de tres generaciones: una primera generación que nace de manera autodidacta en los laboratorios fotográficos y se integra de manera emergente a los medios impresos decanos de nuestra entidad, tales como Alberto Herrera, Manuel Medina, Lamberto Cervantes y El Charro López. La segunda conformada por los fotógrafos que se forjan en los periódicos locales, destacando nombres como Juan Ugalde y Francisco Camacho. Después viene la generación que experimenta la incursión generalizada de la fotografía digital con nombres como Elizabeth Mujica, Carlos Rode, Martín Sánchez y Carlos Layseca.

Dentro de dicha clasificación, Damian Chávez declara que “yo pertenezco al proceso de transición fotográfica que va de la película a lo digital, me toca hacer coberturas donde tengo que revelar los tres tipos: diapositivas, blanco negro y color. No obstante estoy dentro de la dinámica digital, estoy en medio”.

¿Cuál es el mensaje que el testimonio gráfico del último día del Ballet Nacional quiere trasmitir al público? Chávez distingue principalmente tres mensajes: la importancia de la memoria histórica, “el trabajo recoge una constatación gráfica que llega a ser incluso una situación nostálgica y melancólica por la despedida de la compañía después de cincuenta y ocho años de historia”; una recopilación de la memoria corporal, “una recolección de imágenes y movimientos que delatan la disciplina dancística”; y finalmente la memoria fotográfica, “la fotografía como documento histórico, la fotografía como un ejercicio de sorpresas y evocaciones del movimiento que apelan al recuerdo del personaje en la fotografía”.

Los contrastes que inevitablemente se delatan entre el fotoperiodismo político y la fotografía artística, particularmente la danza contemporánea, implican una integración particular, concatenada a la realidad del hecho concreto: “cuando hago danza contemporánea es conocer la danza, llega a ser tal mi intervención que es como si yo también danzara, y eso lo disfruto mucho. Cuando hago fotografía social, lejos de un foro, plagado de situaciones incontroladas y una latente tensión, no mides las consecuencias de lo que vas a hacer, te dejas llevar por la adrenalina, no concibes la pequeña diferencia entre ser actor y testigo, a veces uno cree ilusoriamente que por ser de prensa no te va a pasar nada, cuando a veces somos los primeros que les toca: un momento artístico implica conocimiento y sorpresa; un hecho social revela dimensiones difíciles de ponderar”.

El trabajo del último día de Ballet Nacional, hasta la fecha de la entrevista, se encontraba en la etapa del diseño editorial, “estamos por acomodar, los textos, cambiar un par de fotos y consiguiendo patrocinadores”. Cabe resaltar que la otrora directora del Ballet Nacional, Guillermina Bravo, no estaba enterada de la realización del trabajo, sin embargo “le presenté el proyecto, le gustó y no puso mayor objeción para la publicación”.

Miembro del Fondo Iberoamericano de Fotografía, Chávez reconoce que “hay muchas expectativas en torno al producto final. Hay una petición de la Universidad Tecnológica de los Leones, en Santiago de Chile quienes están interesados en conocer el proyecto. En agosto hay un coloquio de fotografía en Puebla, el cual, a través de sus organizadores, me han expresado un especial interés por conocer mi trabajo”.

Al respecto sobre el panorama que define el trabajo del fotoperiodismo queretano, nuestro entrevistado aventura una respuesta: “es muy extraño, el público que sale retratado en los periódicos cree que se gana muy bien, lo cual en algunos casos sí se da, pero usualmente los sueldos son muy bajos. No obstante, creen que porque trabajamos en un medio impreso les debemos regalar las imágenes al público retratado. Algunos periódicos abusan de los fotógrafos que colaboran con ellos, les pagan cantidades nimias por su trabajo o de plano no les pagan. Nuestra labor, entonces, tiene que buscar un medio que valore tus imágenes por la calidad gráfica, para hacerte merecedor de un salario”.

La fotografía artística ante la pintura como disciplinas visuales, también enfrenta una serie de vicisitudes que menoscaban su condición “por la tradición visual, creemos que el pintor es el artista y el fotógrafo es el que solamente presiona el botón, cuando en realidad implica un trabajo de composición demandante que va desde la conceptualización de la imagen hasta la labor técnica de edición e impresión”.

Influenciado por tendencias heterogéneas, reconoce que ha aprendido principalmente de sus amigos: Francisco Camacho, Marco Antonio Cruz, Pedro Valtierra, y de artistas visuales como la mexicana Vida Yovanovich y el checo Joseph Koudelca

- ¿Color o blanco y negro?

- Definitivamente blanco y negro, es menos controlado, más fácil de procesar, más melancólico y exige ciertas pericias para armar un laboratorio casero en cualquier baño.

*Foto: Demian Chávez. www.cuartoscuro. com Querétaro 15 de diciembre del 2006.

No hay comentarios: