domingo, 29 de julio de 2007

Centro Histérico en potencia (segunda parte)

En contraste con el Centro Histórico de hace diez años, el actual ya no es destino definitivo, sino más bien ruta de paso, según afirma Ruiz Posada: “En primera la zona está vapuleada por un fenómeno que se llama tránsito de lanzadera: personas que tienen que cruzar la zona monumental sin tener un origen ni destino en el viaje; en segunda, la zona está asfixiada por los vehículos, muchos burócratas y trabajadores acuden a esta área y dejan su máquina ahí, por ocho o diez horas; por último, en el perímetro A de la zona de monumentos no debería haber estacionamientos, pero tenemos el caso del estacionamiento de Plaza de la Constitución, que el entonces presidente municipal, Armando Rivera Castillejos, concesionó a un particular en vez de haberlo conservado para el municipio”.

Tanto Ruiz Posada como Escobar Ledesma coinciden en que el principal culpable, además de las erradas políticas del Gobierno Municipal, es el director del Centro INAH Querétaro, el antropólogo Diego Prieto.

Cuestionado en torno a la responsabilidad que comparte con el gobierno municipal de Querétaro, Diego Prieto asegura que tanto el INAH como el municipio “tienen un papel muy particular para la aplicación de la convención internacional” encargada de la protección del patrimonio mundial. Reconoce que se han recibido recomendaciones respecto a la protección del patrimonio de la humanidad, por ejemplo, la incorporación del cableado, así como la prestación de servicios en la vía pública.

Para contribuir al crecimiento y a la modernización del Centro Histórico. Diego Prieto asevera que es necesaria “una articulación institucional para prever las ventajas y los riesgos que enfrenta el Centro Histórico, que pueden afectar los bienes del patrimonio”. Asegura que “el corazón de la ciudad crece a ritmos muy acelerado, por lo tanto recibe una serie de presiones de carácter económico, social, urbanístico, inmobiliario, turístico y también de orden simbólico” las cuales son confrontadas por el mismo INAH.

A propósito de las concesiones que otorga el INAH para uso de suelo comercial en la Zona de Monumentos del Centro Histórico, Ruiz Posada señala “A partir de 1995 en que Diego Prieto Hernández llega a la dirección del Centro Regional INAH Querétaro, la ciudad padece otro problema puesto que Diego autoriza todo. La destrucción de la ciudad nadie la para. Lo más reciente es la demolición de la casona que durante décadas albergó a una vecindad, en Pino Suárez 11 del Centro Histórico en la que, bajo la justificación de “Regularización y ampliación” se está construyendo un hotel, dejando únicamente la fachada. La obra está avalada con las licencias 0703/05 y 190, del municipio y el INAH respectivamente. El predio no cuenta con el cambio de uso de suelo y los vecinos, quienes no fueron tomados en cuenta por ninguna autoridad, temen que el nuevo hotel les genere más problemas de los que ya existen porque el Ayuntamiento no hace estacionamientos públicos y las calles del centro se han vuelto intransitables. El cambio de uso de suelo está a la disposición del mejor postor”.

Cuestionado a partir de las observaciones de Ruiz Posada, Diego Prieto niega cualquier tipo de ingerencia en la entrega de licencias que cita el urbanista “no se de qué concesiones se refiere, el INAH no tiene absolutamente ninguna atribución para la entrega de licencias de uso comercial. Otorga licencias de autorizaciones para la realización de obras de restauración, de adecuación, de conservación de los inmuebles, siempre tomando en cuenta las recomendaciones de las instituciones competentes”.

En la fotografía Diego Prieto, director del INAH en Querétaro.

No hay comentarios: