lunes, 9 de julio de 2007

Narrando el Mundo

“Más que el beneficio directo de la literatura, aprendemos a estructurar el pensamiento”, así definió Blas César Terán Páramo la intención principal del taller Narrando el Mundo, el oficio literario desde la perspectiva del relato, que con el apoyo del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes (IQCA), se oferta en el Museo de la Restauración los miércoles de 10 a 13 horas y sábados de 10 30 a 14 30 horas para el primer módulo, y los martes de 16 a 19 horas para el segundo módulo, dirigidos en conjunto “a personas interesadas en el estudio de la literatura en sus diferentes géneros y a quienes trabajan en la realización de proyectos literarios junio en el Museo de la Ciudad”.

Blas César Terán Páramo, quien declara “no me considero escritor, sino un dilectante de la literatura”, especifica que el taller: “se divide en dos módulos. En Narrando el Mundo I conocemos la dimensión espacial, actoral, la voz narrativa, el universo diegético del relato”. Luz Aurora Pimentel, Vladimir Nabokov, Jean Genet, son algunos de los autores a los que recurre Terán Páramo para el acercamiento al relato. De manera relativa, en el módulo dos se tratan asuntos relacionados con la creación literaria y los recursos que ofrece la narrativa para la configuración del relato y el desarrollo de una novela.

Respecto al carácter didáctico que se oferta en Narración del Mundo, Terán Páramo explica “hay un ritmo y una cadencia en este taller, derivada de uno anterior llamado Por el mero placer de la palabra, el cual se dividía en cuatro módulos: poesía, narrativa, ensayo y crónica, estructuradas en cuarenta horas de exposición, con teoría y práctica intensiva”. Una vez que se ha dado de manera efectiva un primer acercamiento a los géneros literarios, los participantes deciden seguir con su formación literaria “donde se abordan desde esa perspectiva el ensayo, el cuento, la novela” que es principalmente de donde surge la propuesta de Narrando el Mundo I.

Podría suponerse que tal curso de acercamiento al placer literario implicaría un antecedente importante como requisito para poder participar, pero no es así. Nuestro entrevistado asegura que “no hay un proceso de selección para ser participante de los talleres”. Aclaró que incluso se cuenta con un espectro generacional heterogéneo, “la edad de los participantes fluctúa entre los dieciocho y los setenta años”. A su vez, los antecedentes académicos no son determinantes para el ingreso: “han participado personas desde nivel de formación básico hasta gente de preparatoria, licenciatura, maestría... ¡hasta doctorado!

- ¿Cuál ha sido la respuesta del trabajo en los talleres literarios?

- Aceptable. Hay una afluencia de siete a diez integrantes por taller.

Cabe señalar que las personas que han tomado talleres literarios anteriormente pueden seguir tomando los talleres subsecuentes, como Narrando el Mundo I, integrados en exposiciones de teoría y práctica repartidas en cuarenta horas. Dicho taller ofrece –según Terán Páramo- “una diferente dimensión en el proceso del desarrollo de la narrativa, o sea, un taller permanente llamado Narrando el Mundo II”, que trata sobre la exposición, crítica y corrección de los textos creados por los participantes.

Resalta que el rumbo en la creación literaria de nuestro Estado lo están dictando los jóvenes: “vemos como el estilo literario tradicional y generacional ha evolucionado, ahora los creadores jóvenes tienen una mayor proyección”. Luis Alberto Arellano, Federico de la Vega, entre otros, forman parte de esta nueva generación que “ya trasgredió los límites del Estado, afortunadamente”, subrayó.

Al producto del taller de narrativa, específicamente Narrando el Mundo II, se le considera material publicable, mismo que será parte de “la revista del taller de literatura, Altas desde tu cabeza, perteneciente al Museo de la Restauración de la República. Dicha revista, cuyo nombre está basado en las reglas del juego de las canicas, plantea en cada número una temática dramática como pretexto y ya cuenta con el número cero, mientras que se hacen los preparativos para lanzar el número uno, con el tema “cuentos sobre asesinatos”.

Dos posibilidades definen a Narrando el Mundo, señala nuestro entrevistado: “se trata de crear un taller permanente, y que el Museo de la Restauración de la República tenga un grupo de escritores que representen al museo como narradores”. Paralelamente, el objetivo de Narrando el Mundo “es fomentar la construcción del borrador para el desarrollo de una primer novela”. Por lo tanto, tanto los participantes como el mismo coordinador del taller intercambian recursos y experiencias para el impulso creativo y literario de las obras en potencia.

- ¿Cuáles son sus expectativas?

- Publicarlas.

Balzac, García Márquez, Paz, son algunos de los nombres que se tratan para su análisis y lectura, además de las propuestas narrativas que los participantes aportan, las cuales “tienen alguna textura narrativa, se les recomienda un autor más cercano a su estilo, para lograr un análisis comparativo”.

- ¿Cuáles son sus proyectos literarios?

- No deseo una publicación. No he tenido ese valor de enfrentarme a la crítica directamente, tal vez por los esquemas actuales de la crítica literaria que está muy ligada al Instituto Nacional de Bellas Artes donde se trabaja más bajo un sustento académico más que emocional.

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